Continuamos aprendiendo cosas muy curiosas sobre el Otoño y, en esta ocasión, hemos descubierto algo muy interesante sobre uno de los frutos que podemos comer en esta estación.
Nuestra amiga Carla nos ha traído al cole una sorpresa muy curiosa: UN NIDO MUY ESPECIAL
Al principio, no sabíamos qué era. Ella nos lo ha enseñado a todos. La seño le ha dado un pequeño recipiente de plástico para que no se pinchara porque en este peculiar nido había unos pinchos que podían hacernos daño. Hemos comprobado que pinchan de verdad. Todos teníamos curiosidad por saber cómo estaban de duros.
Después de verlo, la seño nos ha contado que era la casita donde nacían las Castañas. Hemos estado hablando un ratito del árbol donde crecen. Cambiando solamente la última vocal de la palabra, ya sabemos escribir dos nuevas: castaña y castaño. ¡Qué fácil! ¿Verdad?
Hemos visto en la pizarra digital fotos preciosas sobre los castaños y cómo iban cambiando los nidos donde está este rico fruto. Al principio son verdes claritos, pero luego maduran y se ponen marrones, como las hojas en el otoño cuando se caen de los árboles. Sus pinchos protegen a las castañas para que no se las coman los animales y puedan madurar. Así luego nosotros podemos disfrutar de este rico manjar. ¡Qué inteligente es la naturaleza! Sabe cuidar sus tesoros muy muy bien.
Para recordar este bonito descubrimiento hemos hecho un dibujito. Sabéis que siempre nos gusta plasmar lo que aprendemos. Hemos coloreado una hoja de Castaño y hemos puesto el nombre del fruto que nos da: Castaño, castañas.
Seguimos analizando las letras de las palabras y cada vez nos vamos haciendo más expertos. Muy pronto podremos leer un montón de cosas.
La seño dice que somos unos auténticos campeones: ¿Qué pensáis vosotros?
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