miércoles, 27 de noviembre de 2019

FELICIDADES MAESTR@S



Educar es lo mismo
que poenrle un motor a una barca.

Hay que medir, pesar, equilibrar...
y poner todo en marcha.

Pero para eso
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino, un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja,
que ese barco -ese niño-
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará a nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hasta islas lejanas.

Gabriel Celaya

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