Hoy al llegar a clase...
¡Nuestro corcho estaba vacío! Han desaparecido nuestros amigos Tanya y Bruno, el árbol del Otoño, la poesía de los meses del año, nuestros murales de las partes de la cara....
¿Qué habrá pasado? ¿Será realmente el lobo quien nos ha quitado nuestros dibujos tan bonitos de la clase? Esperaremos a ver qué pasa.
Mientras tanto, hoy hemos decidido trabajar las emociones. Ya conocemos un montón de ellas: alegría, tristeza, sorpresa, pena, enfado, miedo... Esta última es la que menos nos gusta, pero también tenemos que tenerla en cuenta y, sobre todo, aprender cómo podemos superarla.
El pobre de Curtis es el que verdaderamente lo ha tenido que pasar mal. Seguro que se ha llevado un buen susto. Pero para tranquilizarlo, hemos charlado un ratito con él. Nos ha contado que también siente todas estas emociones que hemos dicho y nos hemos llevado una auténtica sorpresa porque.... ¡Su nariz cambia según la emoción que sienta! ¡Este Curtis no deja de sorprendernos!
Menos mal que cuando tiene miedo, siempre puede estar acompañado de Blue. Son grandes amigos y entre los dos superaran muy bien esta emoción un poco más feilla.
Hemos realizado un trabajito en el que hemos unido emociones iguales, incluso, algunos compis, sin que la seño les dijera nada, han usado para unirlas el mismo color que tiene Curtis en su nariz cuando las siente. Además hemos repasado las letras de la palabra emociones. ¡Ya conocemos un montón de ellas! ¡Bieeeennnnn!
Por último, antes de volver a casa le
hemos dado una sorpresa a nuestro simpático castor. Como él y Blue se quedan
solitos en clase, hemos decidido forrar nuestro corcho con un precioso color
verde. No podíamos dejarlo como nos lo hemos encontrado. Este rinconcito se había quedado muy triste.
A Curtis le ha encantado porque.... ¡Mirad de qué color se ha puesto su nariz! ¡Está muy contento!
Curtis, si vuelve a pasar algo raro en clase nos lo cuentas, ¿vale? Hasta mañana. Besetes enormes.
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