Este curso comienzo nueva promoción:
nuevos peques de tres añitos, nuevas familias, nuevos retos, nueva metodología
y muchas muchas ganas de enseñar y, sobre todo, de aprender.
Además, las ganas e ilusión de contaros
nuestras experiencias a través de este blog que está siendo una ventana
maravillosa para todos nosotros. Ya hemos vivido un montón de experiencias
enriquecedoras, pero aún no había sacado un ratito para poder escribiros. Así
que, para hacerlo por orden comenzaré por el principio, aunque haga ya tiempo
de nuestro primer día en el cole. Más vale tarde que nunca, así que aquí os
dejo, la actividad que planteé para la toma de contacto con mis peques y sus
familias.
Este
curso no hemos realizado período de adaptación, así que necesitaba preparar
algo que despertara el interés y la curiosidad de los peques y endulzara un
poco el despegue de sus familias. Y esto fue lo que ocurrió el primer día que
les vi sus caritas.
Llegaron con mucha ilusión de la mano de
papá y mamá e, incluso algunos se atrevieron a formar una pequeña fila.
Todos entramos dentro del aula y buscaron
sus fotos que previamente ya estaban pegadas en sus sillas. Aún bastante
aferrados a las manitas de sus familias.
Una vez que ya estábamos todos sentados,
teníamos un problema: no había sitio para papá y mamá, así que les propuse que
todos nos sentáramos en el corcho de la asamblea. Fue maravilloso ver a todas
las familias juntas, sentadas y esperando saber lo que tocaba hacer ahora.
Fue un momento genial. Todos se quedaron
en sus sillitas y ya estaban sueltos de la mano de papá o mamá. Y lo mejor de
todo, de manera natural y sin llorar ¡maravilloso!
Aprovechamos la oportunidad para hablar un
poquito de todo lo que había en clase: rincones, dibujos, fotos..... y todo
transcurría muy tranquilamente.
Cuando charlamos un ratito, salimos a ver
nuestro patio, donde pasaremos horas divertidas compartiendo juegos con
nuestros amigos.
Mientras estaban jugando, me ausenté un
momento para preparar dentro de la clase la sorpresa que se encontrarían a la
vuelta. De la mano de nuestra princesa Vanesa, a la que podéis conocer
pinchando aquí
Nueva compañera de juegos ABN: La Princesa Vanesa,
llegó una super-caja con fotos de los
destinatarios del regalo y un mensaje.
Fui nombrando uno por uno para quién era
el mensaje, mientras les mostraba la tarjeta con su foto y su nombre que después
nos serviría para decorar nuestras perchas. Sus caritas de asombro fueron
geniales y, sin darnos cuenta, conseguimos el segundo momento de despegue de
sus familias. Esta vez, al revés. Todos los peques estaban sentados en el
corcho y sus familiares en las sillas.
Sólo hubo un detalle que nos desilusionó
un poquito. La princesa Vanesa nos dijo que no podíamos abrir el regalo en ese
momento. Se trataba de una sorpresa para los papás y mamás y ellos no podían
estar presentes cuando nos la dieran. Así que nos fuimos a casa con un poquito
de tristeza, pero con ilusión para averiguar al día siguiente de qué se trataba
el misterioso regalo. Todos salieron de la manita de mamá y papá y nos
despedimos hasta el próximo día. Fue increíble comprobar cómo a la mañana
siguiente, algunos peques ya le dijeron a su mamá: Mami, en cuanto la seño abra
la puerta, tienes que irte para que pueda coger el regalo. Me encantó cuando me
lo dijeron.
Con cierta facilidad abordamos el segundo
día de clase con un reto muy claro. Averiguar qué contenía aquella caja y qué
le regalaríamos a nuestras familias. Fueron unos globos en forma de corazón
para decirles cuánto les queremos y también contenían el mensaje de la seño
para estos nuevos 25 pequeños con los que viviré grandes aventuras.
Este segundo día de clase fue la primera
de ellas y realmente fue fantástica. Creo que viviremos millones de ellas. Así
que ¿qué esperamos?
¡¡¡¡¡¡ BIENVENIDOS TESORETES !!!!!!