Hace unos días recibimos en clase un paquete grandísimo. No podíamos esperar para abrirlo. Necesitábamos saber qué había dentro. ¡Ábrelo seño, por favor!
Abrió la primera caja y dentro había otra también grandísima. ¡No podíamos creerlo! ¿Qué más hay?
Poco a poco fue sacándolo todo: ruletas de colores, ruletas con otros dibujos... y después de un ratito nos pidió que cerráramos los ojos porque venía algo muy especial. ¡Un nuevo amigo en el cole!
Es un castor. La seño nos lo enseñó y nos pidió que lo acariciáramos; así nos íbamos conociendo poco a poco. ¡Qué suave está! Y ¡qué blandito! ¡Qué ganas de darle un gran abrazote! ¿Sabéis quién estaba también súper contento? Blue. Se han hecho muy amigos y están todo el día juntos.
Pero en la caja seguía habiendo un montón de cosas más. No podíamos parar de mirar para ver qué más encontrábamos.
También había una hojita en blanco con unas letras escritas. Era el nombre de esta nueva mascota: Curtis. Así fue como se presentó y nos dijo que se iba a quedar un laaargo tiempo con nosotros.
¡Qué bien la hicimos!: Coloreamos y practicamos la escritura del nombre de este nuevo amigo.
Y para terminar, Curtis traía otra sorpresa: ¡Nuestros libros! Con los que aprenderemos un montón de cosas y pasaremos buenos ratitos dándole vida a sus páginas.
¿A qué esperamos para empezarlos?
En la primera página, este simpático castor nos enseñó cómo era su cole y nos preguntó si en el nuestro había cosas como en el suyo. Sí que hay. Les pegamos encima una pegatina y decoramos la mochila de Curtis. Estaba un poquito sosa toda de blanco, jaja.
Finalmente, por la parte de atrás de esta hojita, escribimos nuestro nombre; así Curtis se los irá aprendiendo poco a poco.
Aunque aún no se los sepa muy bien, ya somos amigos. Así que....
¡¡¡ Bienvenido Curtis !!!
¿Qué nuevas aventuras viviremos con él? Os las contaremos. Muchos besetes.
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