NUEVA PROMOCIÓN Y.... NUEVAS AVENTURAS

     Ay, ay, ay... que la puerta ya se abre. Miedos, dudas, sonrisas nerviosas... pero con muchas ganas. ¡¡¡ ES EL PRIMER DÍA DE COLE !!!

     Los peques llegan acompañados de sus familias y llega la hora del primer contacto con nuestra clase.

     Hoy me propongo dos retos: dos despegues a la largo de la jornada escolar. Necesitamos soltar la manita de mamá, papá, titos o abuelitos y sentirnos seguros en este espacio nuevo.

     Con ayuda de sus familias, los peques buscan su silla y se sientan en ella. Pero, ¡pobrecitos los mayores!, se van a cansar de estar de pie. Así que les pido que se sienten en el corcho y así conseguimos el primer despegue.

     Antes de que se empiecen a poner nerviosos, charlamos sobre lo que vemos en clase y hacemos una parada especial en nuestro rincón de cumpleaños. Está muy chulo, pero falta lo más bonito: las caritas de los auténticos protagonistas. Cuando pegaron sus fotos, se quedó así de fantástico.

     Y esta sencilla actividad fue la que me dio la oportunidad de poder estrecharlos entre mis brazos y tener el primer contacto físico. Sin duda alguna, un gran acto de confianza por parte de estos pequeños infantes y un regalo inmenso para mí. Y las familias seguían sentadas mandándonos toda su energía y apoyo. ¡Qué gran trabajo en equipo!

     Continuamos conociendo a más amigos de la clase: el tierno patito de goma, la coqueta princesa Vanesa y el que más les impresionó; El mago Daniel. Sobre todo porque nos dijo que tenía una sorpresa preparada para nosotros. ¿Qué será? Ya la veremos.

    Pero hasta que llegue, podemos disfrutar de otra; nuestro patio. Un ratito de juego en compañía de nuestras familias.

     En este momento, aprovecho para ir de nuevo a clase y poner en la asamblea la sorpresa del mago Daniel. Será la que nos ayude a realizar el segundo momento de despegue. Ahora serán las familias las que se sienten en las sillas y los pequeños se vendrán al corcho conmigo.

     Aquí vivimos otro momento mágico. Metimos la mano dentro de la caja para intentar averiguar qué era, pero nada, no lo conseguimos. El mago Daniel también nos dejó una carta y unas instrucciones y, en ellas, nos dijo que no era el momento más adecuado para abrirla porque dentro había un pequeño amigo que se asusta un montón cuando ve a mucha gente.

     Así que decidimos que la abriríamos al día siguiente. Como ya no estarían los papás, mamás, titos o abuelos, nosotros prometimos que se lo contaríamos todo con mucho detalle.

     ¡Qué bien! Para el segundo día ya tenemos una misión; un motivo muy fuerte para venir al cole y resolver este misterio. No os preocupéis que a vosotros también os lo contaremos.

¡¡¡ COMIENZA ESTA GRAN AVENTURA !!!