En nuestro quinto día de cole, el último de la primera semana, aún nos quedaba algo por descubrir: La cajita misteriosa que siempre acompaña a la princesa Vanesa. La seño nos dijo el primer día que era muy coqueta y que le gustaban mucho las joyas. ¿Tendrá alguna dentro de su caja? ¡Vamos a averiguarlo!
El encargado de coger la caja fue nuestro compi Ángel. Estaba muy alta, pero con cuidado consiguió bajarla sin problema.
Lo primero que encontramos fue una nota que decía que debíamos preparar un lugar seguro y en el que todos pudiéramos ver juntos lo que había dentro. No se podía perder nada.
A la seño se le ocurrió una idea. Cogió una cinta roja y construimos en nuestro corcho un refugio: una especie de casita para que la sorpresa de la princesa Vanesa estuviera bien segura y no se perdiera nada. Observamos atentamente cómo la construía. Iba cantando una canción mientras la hacía y nosotros no podíamos creer cómo se iban formando esas paredes y el tejado. Después la recorrimos practicando la orientación espacial y observando cómo eran esas líneas tan rectas.
Jugamos al juego de Vanesa dice: "Que estemos fuera de la casa", "que saltemos dentro de la casa", "que caminemos por encima de las líneas rojas".... Finalmente dijo: "Dice Vanesa que pongamos nuestro culillo encima de las líneas rojas".
¡Tachán!, sin darnos cuenta, estábamos todos sentados y preparados para usar un nuevo espacio de clase: nuestro corcho de la asamblea.
Seguro que en él, realizaremos un montón de actividades, pero ahora sí que sí, estamos listos para abrir la cajita de la princesa Vanesa. Ay qué nervios, ¿qué hay?
Dentro había un montón de círculos y eran todos distintos: de colores, con formas geométricas, con letras, números.... ¡qué curioso! La seño nos repartió uno a cada uno y las observamos con atención por delante y por detrás. Fuimos diciendo lo que teníamos y así repasamos colores, formas y muchas cosas más y, después, las devolvimos a la cajita.
Pero, ¿para qué sirve todo esto? Entonces la seño nos contó que eran las instrucciones para formar los collares que más le gustan a Vanesa. Nos pidió que cerráramos los ojos y sacó una caja de plástico con perlas de plástico. Nos dijo que eran ensartables. ¡Qué palabras más rara! ¿verdad?
Elegimos el círculo de color rojo, así que teníamos que montar un collar con perlas rojas. Pasamos un ratito divertido, porque la seño intentaba engañarnos y poner perlas de otros colores, pero ahí estábamos nosotros muy atentos para no caer en la trampa.
La encargada de colgar el primer collar que le hemos hecho a la princesa ha sido Ana. Lo colocó fenomenal en la percha de las joyas.
¡Qué contenta está Vanesa! y nosotros también. ¡Un aplauso muy fuerteeeee!
Después de superar este nuevo reto, a hacer pipí, lavarnos las manitas y a tomar un merecido tentempié.
Por último, un ratito de baile y relajación para volver a casa con mucha alegría.
Esta semana ha sido fantástica. Nos vemos en la próxima. Besetes enormes. Muaaaááá.
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