Hoy, 17 de Enero, hemos celebrado
en el cole la festividad de San Antón.
No han faltado los churros con chocolate,
como es tradición en esta fecha. ¡Qué ricos!
Pero faltaba por llegar una sorpresa aún
mayor. Os lo contamos.
El curso pasado, cuando estábamos
en 3 añitos, aprendimos cosas sobre la biografía de San Antón.
Este año las
hemos recordado, pero queríamos dar un pasito más y, en esta ocasión, hemos aprendido
curiosidades sobre tradiciones populares, comidas típicas de este día, etc.
Hemos hablado sobre las hogueras o las
lumbres como en algunos pueblos de la provincia las llaman. Alrededor de ellas
se degustaban los churros y se recitaban retahílas, se cantaban canciones.... y
la gente se lo pasaba maravillosamente bien.
Hoy han venido al cole 3 mamás para
traernos los churros, pero Eva, la mamá de Daniela nos había preparado algo
especial. Traía una historia muy interesante sobre las costumbres de su pueblo,
Peal de Becerro, en este día de San Antón. Así que nos la ha contado.
"Hace
ya muchísimo tiempo, un día en Peal de Becerro, encontraron a un marranillo
(lechón) perdido por la calle. Todos los vecinos se apiadaron de él y decidieron
cuidarlo. Unos le daban zanahorias, otros le ponían agua para que no tuviera
sed. Entre todos, aportaban lo que podían y así consiguieron salvarlo. Se hizo
enorme y ya estaba listo para la matanza; pronto podrían degustar alimentos tan
ricos como el jamón, el chorizo y otros manjares que el cerdo nos ofrece. Pero
entonces surgió un problema... ¿A quién le correspondía ser el dueño del animal
si lo habían criado entre todos? Después de dialogar durante mucho rato,
decidieron regalárselo al cura del pueblo. Él vivía solo en la iglesia y seguro
que se pondría muy contento. Y así fue.
Tanto se alegró, que para
años posteriores se comprometió a comprar el lechón para que todos siguieran
demostrando lo unidos que estaban y lo buenos vecinos que eran".
Y así continuó la tradición durante muchos
años. Como toda tradición evolucionó y después se fueron agregando otras
costumbres. Elaborar tortas con garbanzos tostados, otras comidas típicas....
Pero la que más arraigó, fue la de elaborar una tarta con forma de cerdo para
conmemorar aquella historia que sucedió hace tanto tiempo.
Hoy día, hasta las pastelerías se han
especializado en esta elaboración y todo el mundo sigue la tradición. Así que
Eva, se ha puesto manos a la obra y nos ha traído esta genial y espectacular
tarta.
Es preciosa, pero estábamos deseando
probarla.
Estaba riquísima. Era como un
roscón de Reyes. No tenía nada que envidiar a la de los pasteleros
profesionales. Tanto nos ha gustado, que Eva nos ha prometido que nos hará otra
de chocolate y de más sabores.
También nos ha explicado que, a raíz de
esta historia, también se introdujeron algunos dichos populares: "Siempre
estás en medio como el marranillo de San Antón", "¡Viva San Antón con
su lechón!".... Curioso ¿verdad?
Muchísimas gracias Eva y, gracias
a nuestra compi Daniela que ayudó a su mamá a elaborar este precioso cerdito.
No se nos puede olvidar dar las gracias
también a nuestras fantásticas mamis que siempre nos miman y nos cuidan y,
nunca nos falta un detalle con ellas. Bueno, a toda nuestra familia, que
siempre está ahí. Gracias, gracias y millones de gracias.
¡Vaya desayuno! Hoy ha sido por
partida doble.
Después hemos salido un ratito al
patio para mover un poco el esqueleto y bajar todo lo que habíamos comido. Pero
no podíamos terminar sin hacer un recuerdo escrito de ese día; un homenaje al
día de San Antón.
Así que hemos escrito la fecha y
el nombre de la fiesta, hemos repasado las letras con rotus y hemos coloreado
un dibujo de una hoguera. Nos ha quedado genial.
¡¡¡¡¡ VIVA SAN ANTÓN !!!!!
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