Continuamos trabajando las partes del
cuerpo para llegar hasta donde se encuentran nuestras manos. Hoy nos ha tocado
trabajar el tronco y la sesión ha dado mucho de sí.
Comenzamos, al igual que con la cabeza,
comparando nuestro cuerpo con el de nuestro robot Bernardo. Hemos visto todo lo
que tenía el robot, pero el nuestro estaba incompleto; así que hemos ido
dibujando todo lo que le faltaba.
No sólo hemos charlado sobre el aspecto.
También hemos comentado su dureza, rigidez, cómo es al tacto, qué le ayuda a
estar bien y qué no..... Un montón de observaciones que nos han dado para un
buen ratito de debate y expresión de ideas, conocimientos.....etc.
Pero aún nos quedaba una cosa
más. En la parte de abajo de nuestro tronco, está la solución para saber cuál
es nuestro sexo, así que nos hemos embarcado en la diferencia entre niño y
niña. Han salido muchos tópicos de siempre: el pelo largo-corto, los pendientes,
los colores propios de los sexos (hay que eliminar muchos estereotipos, pero
poco a poco los iremos trabajando). Sin embargo, cuando hemos analizado los
dibujos de la pizarra, no nos hacía falta saber cómo era el pelo, si llevaban
pendientes.... Enseguida, todos han acertado cuál era el niño y la niña. Y al
comprobarlo se han sentido genial.
Ha sido el momento de llamar a los
genitales por su nombre. Ya no nos vale el pito, la colita, el pepe.... ¡Qué
bien se lo han pasado diciendo todos los nombres que conocían!, pero ya hemos
aprendido cuál es el correcto: pene y vulva.
Finalmente, nos ha tocado realizar nuestra
representación de todo lo aprendido y, cómo no, continuar practicando nuestra pre-escritura
significativa. Mirad qué bien lo hemos hecho.
En esta sesión, tampoco han aparecido
nuestras manos. Pero ya estamos muy cerca de encontrarlas. Os seguiremos
contando cómo llegamos hasta ellas. Hasta entonces, os enviamos muchos besetes.
¡Muy bonito todo lo que habéis hecho!
ResponderEliminarGracias Yolanda. El robot Bernardo está sacando muchas cosas de nosotros jaja. Un besete muy grande.
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