Hoy queremos compartir con vosotros una historia maravillosa que hemos
aprendido. Estamos aprendiendo muchísimas cosas de las manos, pero no sabíamos
el poder tan grande que pueden tener.
Todo ha comenzado con una pequeña-gran
casualidad. En el cole tenemos un ascensor y hoy nos hemos dado cuenta de que
al lado de los botones de los números hay unos puntitos muy raros que no
sabemos qué son. Así que entre todos, les hemos mandado a través del WhatsApp
un audio a nuestras familias para que nos ayudaran a averiguar qué eran. Al día
siguiente, cuando llegamos al cole, todos traíamos la misma respuesta: Son para
que los niños ciegos puedan saber a qué piso tienen que ir. Nos picaba la curiosidad
por saber quién había hecho todo esto, así que con la seño hemos investigado a
Louis Braille, el autor de esta maravilla de sistema de comunicación a través
de nuestras manos.
Pero lo más importante de toda esta
historia, ha sido la gran lección que este gran niño nos ha regalado. Su
historia nos pareció un poquito triste al principio, pero después se ha
convertido en nuestro gran héroe. Resulta que cuando Louis tenía 3 añitos como
nosotros, fue a jugar al taller de su papá, con tan mala suerte, que se hincó
en el ojo uno de los utensilios que tenía en sus manos. Por eso se quedó ciego.
Pero, lejos de venirse abajo, luchó porque todas las personas que estuvieran
ciegas, pudieran leer y comunicarse a través de un gran invento: El Sistema Braille
¿no os parece maravilloso? Gracias Louis por ser tan valiente y con tu esfuerzo
enseñarnos tanto.
La seño ha querido que experimentásemos un
poquito cómo sería leer en este maravilloso sistema, así que nos ha preparado
unas tarjetas con las que hemos trabajado.
Han sido mensajes muy sencillos,
pero hemos tenido que tocar con mucho cuidado y muy concentrados para averiguar
lo que ponía.
Después ya las hemos manipulado otro
ratito, pero esta vez sin taparnos los ojos, para que viéramos bien todos los
puntitos.
Cuando ya conozcamos todas nuestras
letras, las aprenderemos también en Sistema Braille para poder jugar
averiguando mensajes.
Madre mía. Cada día nos damos más y más
cuenta de lo importantes que son nuestras manos. Nos está encantando conocer
cosas sobre ellas. Pero no podemos terminar esta entrada sin darle de nuevo las
gracias a Louis Braille por hacer que tantos niños ciegos consiguieran ser tan
felices.
¡¡¡¡¡ GRACIAS AMIGO LOUIS !!!!!
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