Hoy hemos tenido otra celebración de cumple
con ilustraciones preciosas, como esas de los cuentos que nos dejan con la boca
abierta. Y ¿sabéis quién ha sido el gran protagonista de esta fiesta? ¡Nuestro
amigo Mario!
Nos han acompañado su papá, su abuelita y
su abuelito y ahora os contaremos qué nos tenían preparado.
Lo primero, un riquísimo desayuno para
llenar nuestra barriguita y así no perdernos ni un detalle de lo que venía
después. Este desayuno tenía un montón de alimentos cargados de ricos sabores:
ochíos, saladitos, pastas de chocolate, tortas, zumos y batidos.
¡Qué rico! Esperad, esperad… no podemos olvidar nuestro ritual de inicio: ¡Un brindis por nuestro cumpleañero y… a comeeeeeer!
¡Vamos Mario!, llega tu momento especial. Su papá Alex lo ha coronado con nuestro gorro de cumpleaños y mirad cuántos añitos ha cumplido Mario. ¡Cuatroooo, qué mayor y qué carita de alegría!
¿Listos para cantar? Pues…. ¡adelante!
Después de este momento que nos encanta, nos esperaba otro cargado de magia. El papá y los abuelitos de Mario, abrieron una caja de cartón misteriosa y en ella había un aparato muy raro. ¿Qué será? Tiene cables, una lente… ay ay ay, que esto tiene muy buena pinta. Pero, sin duda, lo que más nos ha gustado es lo que se mete dentro de este aparato. Se llaman diapositivas.
El abuelito de Mario, nos ha explicado lo
que eran. ¡Son como fotos y tienen unos dibujos preciosos! Pero no se ven muy
bien. ¡Qué pena!
Pero no os preocupéis porque hemos resuelto esto problema. Hemos apagado las luces, hemos bajado las persianas, nos hemos sentado cerca de nuestra pizarra digital y entonces ha empezado la magia. ¡Es como un cine! ¿A que no sabéis que cuento hemos visto con este aparato tan chuli que se llama proyector de diapositivas? Es nuestro cuento favorito. ¡Síííí! ¡El cuento de los 3 cerditos! Pero con la versión más genial del mundo mundial.
No sólo hemos disfrutado de los dibujos preciosos de las diapositivas, sino con la forma tan especial que todos los abuelitos tienen de contar los cuentos. Y, lo mejor de todo, es que nosotros también nos hemos convertido en protagonistas: hemos explicado lo que había en las diapositivas, hemos hecho sonidos y onomatopeyas, hemos inventado un poquito la historia; vamos, que hemos sido unos auténticos narradores.
E, incluso, podemos inventar fórmulas o retahílas graciosas para terminar el cuento, jaja.
¡Qué risa! Lo hemos pasado genial. Esto tiene que terminar con un fortísimo abrazo.
Hemos despedido a Alex, Mercedes y Pepe y
nos hemos quedado conversando sobre esta manera de ver cuentos. Nos ha gustado
mucho más que la de las tablets. Se nos ha ocurrido una idea. Dice la seño que
hay un papel que se llama acetato en el que podemos dibujar para inventar
nuestras propias diapositivas. Seguro que cualquier día nos ponemos manos a la
obra.
En nada ha llegado la hora de irnos a casa y nuestro compi Mario nos ha regalado otro momento de ilusión: ha preparado un pequeño regalito y nos lo ha repartido.
Es una pequeña cápsula que al abrirla se
convierte en bolígrafo. Esto es otra señal para que nos convirtamos en
escritores e ilustradores de cuentos, jaja.
Muchas gracias Alex, muchas gracias
Mercedes, muchas gracias Pepe. Ha sido un cumple genial. Y para nuestro compi….
¡¡¡ MUCHÍSIMAS FELICIDADES MARIO !!!
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