En la asamblea estuvimos conversando un buen rato sobre esto. Cada uno dijimos cuál era nuestro lugar favorito del cole y dimos algunas razones de por qué lo era. La verdad es que fue una buena manera de desarrollar nuestro lenguaje oral y de contar algunos de nuestros gustos. La seño siempre intenta que nos expresemos y sigamos conociéndonos mucho mejor.
Al día siguiente nos había preparado un regalito y cuando llegamos a clase nos encontramos una nueva actividad con los siguientes materiales. ¿Qué tendremos que hacer?
Nos dijo que si recordábamos cuál era nuestro lugar favorito del cole. ¡Claro que sí! Teníamos que ponernos delante de la pica donde aparecía el dibujo de ese lugar. Sin darnos apenas cuenta, formamos rápidamente tres filas.
Pero aún no sabíamos cuál era el lugar más favorito de todos. ¡Seño, pues vamos a contar cuántos niños hay en cada fila! Así lo hicimos.
Como siempre, después de saber cuántos
hay, nos gusta representarlo de alguna manera para que no se nos olvide. Por
eso la seño había puesto piezas de construcciones y unos aros.
Cogimos una pieza y la metimos dentro del aro que la seño puso al final de cada fila.
Ahora vemos más fácilmente la cantidad que hay en cada una de ellas.
Volvimos a sentarnos para charlar un
ratito sobre lo que habíamos hecho. La seño comenzó a hacernos preguntas: ¿Cuántos
hay? ¿Dónde hay más? ¿Dónde hay menos?
Los que estábamos cerquita de los aros, lo veíamos bastante claro, pero a algunos compis que estaban más lejitos, les costaba un poquito más. Así que se nos ocurrió otra idea: hacer unas torres con las piezas para verlo mucho mejor.
¿Qué tal ahora? ¿Cómo lo veis?
Parece que son todas iguales. No, parece que hay una más pequeña… ¡Uf, otra vez estamos un poquito liados! Hay dos filas más grandes y otra más pequeña… ¡Tranquilos, vamos a contar las piezas que tienen y así salimos de dudas!
Ahora sí. Pobrecita la clase; es la que
menos tiene. ¡Pero si nuestra clase nos encanta! ¿Cómo puede ser? ¿Qué os
parece si contamos cuántos votos le faltan y se los ponemos para que también sea
igual que los otros dos lugares? ¡Buena idea! Así se pondrá súper contenta.
Volvimos a desmontar las torres para verlo mucho más claro y así conseguir fácilmente este reto. ¡Sólo le falta una pieza, jaja! ¡Te la ponemos!
Ángel fue el encargado de llevar a cabo
esta misión, pero cuando se sentó en la mesa con los compis, le hicieron otra
observación. Si en todas las torres ya hay las mismas piezas, entonces deben ser iguales de altas, ¿no?
La seño nos dijo que lo comprobáramos. Así que volvimos a construir nuestras torres. Y efectivamente, eran igual de grandes (altas). ¡Lo hemos conseguido!
Por haberlo hecho tan requetebién, la seño nos regaló un dibujo de nuestro lugar favorito. Era precioso y decidimos hacer con él la última hojita de nuestro libro.
Pegamos el dibujo, repasamos las letras del lugar y lo decoramos con nuestro confeti especial.
La verdad es que después de esta
actividad, tenemos una cosa muy clara….
¡¡¡ NOS ENCANTA NUESTRO COLE !!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario