La verdadera educación integral es aquella que arranca de la unidad de la persona. La persona íntegra no es un conglomerado de actividades diversas, sino un ser capaz de poner su sello personal en las diferentes facetas de su vida.
Estamos plenamente convencidos de que la única forma de transformar elmundo es pormoviendo en los niños una verdadera educación integral. Trabajamos para que la persona crezca ent odas sus dimensiones y capacidades. Estamos seguros de que si un niño crece espiritualmente, el mundo crece con él; si un niño cae, el mundo cae con él.
El niño percibe el aprendizaje de forma global y pone en juego todas sus capacidades motrices, cognitivias y afectivas; de hecho, uno de los parámetros que mide el crecimiento intelectual es, precisamente, la capacidad para relacionar saberes, para transferir y aplicar lo que se va aprendiendo, en situaciones, contextos y áreas de enseñanza diferentes.
Nuestros corazones deben conocer el mundo de la razón, y la razón debe ser guiada por un corazón sabio.
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