La seño se ha vuelto hoy un poco loquilla. Después de hacer nuestras rutinas de la mañana, de repente, empezó a sacar cosas al pasillo. Sacó rotuladores, piezas de nuestros juegos.... ¿qué pasa? Menos mal que después puso en el suelo nuestras tarjetas de los números y unos platos de plástico y comprendimos que se trataba de un nuevo juego. ¿Cómo será? Estábamos deseando ver cómo era.
Entonces nos dijo que teníamos que salir al pasillo y coger tantas cosas como dijera nuestro número favorito. Si era el 1, teníamos que coger una cosita y si era el 2, dos cositas. Las poníamos en un plato de plástico y debíamos ponerlas en la fila del número correspondiente.
Al final el resultado fue este.
Ya habíamos hablado en varias ocasiones del número que más nos gustaba, pero con este juego, podíamos averiguar cuál era el número favorito de la clase. Y además, aprovechamos el juego para practicar un poquito el conteo y los cuantificadores más/menos que y muchos/pocos. Finalmente, resolvimos nuestro reto.
Después pensamos que quizás el número 1 se habría quedado un poco triste, así que decidimos hacerle un regalito.
Lo dibujamos en la pizarra y practicamos su grafía. Nos encanta escribir con las tizas.
Luego, pegamos pegatinas en el sentido del trazo.
Y, por último, asociamos cantidad-grafía: una estrella con el número 1. Ah, y a esta simpática estrellita le dimos un brillo especial con pintura y nuestro pincel mágico.
¿Qué pasará cuando aprendamos nuevos números? ¿Cambiará nuestra elección? Ya os lo contaremos. Muchos besetes.
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