Seguimos conociendo cosas de nuestro cuerpo y todo lo que podemos hacer con él.
Hemos aprendido que tiene un montón de formas de expresarse y una de ellas es la pintura.
En nuestro primer contacto con esta técnica hemos utilizado el pincel mágico de nuestro cuerpo; el que se hace con nuestro dedo índice. ¿Sabéis donde está?
Claro que sí. En nuestra mano. Pero para despertarlo le hemos cantado la canción de los dedos de la mano, hemos jugado con él, hemos saludado con un besito al pincel de otros compañeros y, finalmente, nos hemos reunido todos en una mesa para que la seño nos explicara cómo funciona.
Aunque.... lo primero que necesitamos es pintura ¿verdad? Hoy hemos mezclado un poquito de amarillo y un poquito de marrón. Como íbamos a colorear el cuerpo de nuestro perrito Blue, hemos creado una pintura que se pareciera a su color. ¡Qué chulo como se mezclaban los colores y salía uno nuevo!
Después hemos sacado nuestro pincel mágico. Mirad que derechitos poníamos nuestros dedos índices para que se parecieran a los pinceles.
Ahora sí que toca pintar con ellos. Nos hemos fijado muy bien en la seño: lo hacía muy despacito, sin apretar para no romper el folio y cubriendo todos los huecos para que no quedara nada blanco. ¡Qué chulo!
Nos toca a nosotros. ¿Seremos capaces de hacerlo?
¡Lo hemos conseguido! y nuestro Blue ha quedado muy muy bonito.
¡Somos unos grandes artistas, jaja! ¿Qué será lo próximo que pintemos? ¿Con qué lo haremos?
Este pincel nos ha encantado y lo mejor de todo es que nunca se puede perder porque siempre va con nosotros. Pinceladas de besetes. Muaááá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario