Páginas

miércoles, 7 de julio de 2021

EL MAR EN UNA BOTELLA

     Ya estamos de vacaciones y seguro que muchos de vosotros ya estáis disfrutando en la playa y nadando en el mar. ¿Sabéis una cosa? Un día, nosotros también creamos en una botella un trocito de mar. ¿No os lo creéis? Pues, os lo vamos a contar.

     Estábamos haciendo en nuestro libro del proyecto del agua una hojita en la que aprendíamos a hacer un bote de la calma.


      Pero... ¿hay algo más relajante que ver las olas del mar? Es genial y nos llena de paz.

Entonces se nos ocurrió hacer un taller para traer al cole un poquito de esa sensación y nos encantó esta actividad. Os la contamos.

*Primero preparamos todos los ingredientes que necesitábamos: una botella transparente de plástico, agua, aceite corporal y colorante alimenticio de color azul.

*En segundo lugar, tuvimos que averiguar cuál era la mitad de la botella, porque debíamos llenar la mitad de agua y la otra mitad de aceite corporal. Estuvimos un ratito conversando sobre esto: qué era la mitad de una cosa, cómo podíamos conseguirla... Nuestro amigo Miguel nos hizo un gesto que nos aclaró mucho las ideas, Estela señaló la mitad de la botella y, finalmente, llenó la parte de abajo con agua.

*Cuando hicimos el tercer paso, llegó el momento que más nos gustó. Parecía magia. Con sólo unas gotitas de colorante alimenticio de color azul, nuestra botella ya no era transparente, estaba cambiando de color.


VIDEO: EL AGUA CAMBIA DE COLOR

Ya era de color azul.

*Ahora venía el momento más delicado: Terminar de rellenar la botella con aceite corporal. Victoria lo hizo con muchísimo cuidado y salió genial.

*Por último, la parte más divertida: tocaba mover la botella para ver qué pasaba. No nos lo podíamos creer: ¡Dentro estaba el mar! Lo comprobamos uno por uno y fue fantástico.

     Y justo antes de irnos a casa, nos dimos cuenta de una cosa. Todo lo que habíamos echado en la botella ocupaba un lugar distinto; no era como cuando mezclábamos agua y pintura azul. Aquí vimos partes distintas y estuvimos conversando sobre por qué pasaba esto.

¿Qué se quedaba arriba? ¿Qué se quedaba abajo? ¿Qué poderes tiene el agua? ¿Por qué esto es distinto a cuando la mezclamos con la pintura?

Madre mía, todavía hay un montón de cosas que tenemos que aprender. ¿Cuál será la siguiente? Ya os lo contaremos. Mientras tanto, os animamos a que en casa hagáis vuestro propio bote de la calma. En Internet hay muchas ideas preciosas: con purpurina, con muchos colores, con bolitas.... ¿Os animáis a hacer una? Nosotros se lo diremos a nuestras familias y si hacemos alguna chula, el próximo curso la llevaremos al cole para enseñársela a la seño.

     Seguro que la usamos en nuestros ratitos de relajación. Besetes muuuy relajantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario