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viernes, 3 de marzo de 2017

La hora de la comida: un reto familiar

         La alimentación es considerada como una parte muy importante de la educación para la Salud, por lo que es interesante que las horas de la comida, en los niños y niñas de Educación Infantil-Primaria, sea cuidadosamente planificadas por la familia.

A menudo, los niños y niñas se oponer a probar nuevos alimentos e incluso comer, siendo en la mayoría de los casos, la actuación familiar la causa de este conflicto o quien lo agudiza.

Pero, ¿qué hacer cuando un niño o niña rechaza la comida?

             1.No forzarle para que coma.
             2.No manifestar estados de ansiedad o preocupación.
             3.No tener una actitud autoritaria o sobre protectora.
             4.Ofrecer opciones de lo que le gusta al niño.
             5.Acostumbrarlos a comer de todo y demostrárselo con nuestro ejemplo.
             6.Introducir poco a poco y en pequeñas cantidades el nuevo alimento, permitiéndole escupir con educación en caso de no gustarle.
             7.Presentar el nuevo alimento con otro preferido del niño.
             8.Intentar tener la comida lista con el niño vuelve del colegio, así no se distraerá.
             9.Motivar a los niños a comer, dándole nombres agradables a los alimentos. Por ejemplo: llamar a las lentejas “las poderosas”.
           10.Premiar con algún tipo de aprobación afectiva el avance, por pequeño que sea.

         Estas estrategias ayudarán a la familia a la hora de motivar a sus hijos a comer y también serán de gran ayuda para introducir nuevo elementos.

También deben tenerse en cuenta una serie de actuaciones que deben evitarse:

            1. Darle chucherías y sobre todo antes de comer, porque no son consideraras como alimentos, ya que no contienen sustancias nutritivas y, por el contario, si muchos azúcares que fomentan la aparición de caries, falta de apetito en las principales comidas y otras disfunciones alimenticias.
            2. La repetición de nutrientes en los menús: Por ejemplo: pollo con patatas, pescado con patatas…
            3. Ofrecer demasiados líquidos que llenen el estómago del niño.
            4. Evitar carreras para el tiempo de comida.
            5. Evitar que las comidas familiares sean diferentes a las de los niños.
            6. Evitar acompañar la comida con la televisión, juegos, cuentos, ya que los niños sólo se distraerían.
            7. Usar técnicas inadecuadas como chantajes o promesas.
            8. Evitar que los conflictos conyugales estallen en las comidas.

        Además, si en el ámbito familiar se aprovecha el acto de comer como un momento educativo se pueden trabajar y desarrollar diferentes hábitos y destrezas en el niño de la siguiente manera:

           1. Enseñe las reglas de cómo comportarse en la mesa, pero no siendo demasiado exigentes.                2. Enseñe el uso de la cuchara, tenedor y cuchillo en la medida que el niño crece y desarrolla.
           3. Observe el buen comportamiento y elógielo.
           4. Permitir al niño ayudar a poner y limpiar la mesa.
           5. Permitirle abrir los paquetes.
           6. Habituarle a lavarse las manos antes de comer y los dientes después de comer.
           7. Lavar las frutas y vegetales.
           8. Permitirle colaborar en la confección de menús.

       Estas actuaciones y comportamientos de la familia (padres, madres, abuelos, abuelas, tíos, tías….etc.)pueden ser muy significativos a la hora de motivar a los niños a comer e introducirles nuevos alimentos, pero no debemos perder de vista que le valor pedagógico se sitúa en la actuación de los propios adultos, debido a que son los modelos a imitar de los pequeños y pequeñas. Ayudémosles por tanto, en esta tarea poniendo nuestro granito de arena.

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