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sábado, 31 de diciembre de 2016

Como hacer feliz a un niño


Cuando te busque con su mirada...,míralo.



Cuando te tienda sus brazos..., abrázalo.





Cuanto te busque con su boca...,bésalo.




Cuando te quiera hablar...,escúchalo.




Cuando se sienta desamparado...,ampáralo.



Cuando se sienta solo...,acompáñalo.





Cuando te pida que lo dejes..., déjalo.

Cuanto te pida volver..., recíbelo.



Cuanto se sienta triste..., consuélalo.





Cuando esté en el esfuerzo...,anímalo.





Cuando esté en el fracaso...,protégelo.





Cuando pierda toda esperanza...,aliéntalo.





Porque así estarás forjando un mundo lleno de amor.



viernes, 30 de diciembre de 2016

La autoestima infantil

La autoestima es la diferencia que existe entre lo que pensamos que somos y lo que nos gustaría ser.

                Cuando tenemos la autoestima alta, nos sentimos bien con nosotros mismos, con lo que hacemos, sabemos nuestras virtudes y defectos e intentamos superarnos sin hacernos daño; hacemos una crítica sobre nosotros de una forma suave. Por el contrario, cuando la autoestima es baja, los niños pueden desarrollar sentimientos como la angustia, el dolor, la indecisión, el desánimo, la pereza y la vergüenza entre otros, nos comparamos con los demás y siempre nos sentimos inferiores.

                Por tanto, la autoestima de un niño es muy importante porque puede ser el motor que le impulse a triunfar en la vida (en todos sus aspectos) o hacer que se sienta verdaderamente mal aun a pesar de que parezca que lo tiene todo.

¿QUÉ SÍNTOMAS DEBEN ALERTARNOS?

Debemos estar muy atentos a lo que nos cuentan los niños. Muchas veces hablan de sus relaciones con compañeros, de cómo van en el cole, de lo que logran, o en lo que fracasan…etc.

Vamos a analizar frases muy inapropiadas para la autoestima infantil y algunas posibles formas de sustituirlas:

“No valgo para nada”: Todo el mundo vale para algo, lo que sucede es que a veces no empeñamos en llevar a cabo actividades para las que no tenemos habilidades y no damos importancia a las que nos salen bien. Sería bueno sustituir esta frase por otras más concretas que se refieran de forma específica a la tarea en la que no hemos sido hábiles y a ese momento en concreto.

“Todo me sale mal”: Seguro que si simplemente piensas en el día de hoy eres capaz de decir al menos tres cosas que has hecho correctamente. Las frases que suelen referirse a la globalidad debería sustituirse por frases más concretas que sólo se refieran a lo que realmente ha salido mal.

“Nadie me quiere”: Cuando oigan a alguno de sus hijos decir esta frase, no la pasen por alto. Es un fiel reflejo de los sentimientos de ese niño. Quizá sea un buen momento para buscar ayuda de un psicólogo que evalúe la autoestima de su hijo y que les ayude y enseñe a ustedes, como al niño, a mejorarla.

Igual que enseñamos a nuestros hijos a dar sus primeros pasos, deberíamos enseñarles a cambar frases negativas por positivas. Pero lo más importante es predicar con nuestro propio ejemplo. Deberíamos borrar de nuestro vocabulario esas frases o expresiones como: qué malo eres, eres un desastre, eres un vago, no tienes vergüenza, hay que ver que guarro eres, qué alto es el hijo de la vecina…No olvidemos que son esponjas y con estas frases los llevamos a reproducir lo que oyen y todo lo que aprenden de nosotros. Pongámonos el reto de analizar qué frases de las que habitualmente usamos están siendo positivas o negativas para la autoestima del niño.

¿CÓMO ESTIMULAR Y AUMENTAR LA AUTOESTIMA INFANTIL?

·                                                             Incentiva el desarrollo de las posibilidades del niño, créale algunos compromisos y de manera dulce y positiva, exígele que los cumpla.
·                                                              Dale oportunidad de tomar decisiones y resolver algunos problemas.
·                                                             Refuerza positivamente sus conductas; alábalo con fuerza cuando haga algo bien.
·                                                             Ponle límites claros y enséñale a ver las consecuencias si no los cumple.
·                                   Cuando cometa fallos no lo machaques culpabilizándolo; enséñale a que supere sus problemas y errores y guíalo de manera positiva.
·                                                          Las críticas no construyen nada. En lugar de decir “eres un desordenado”, mejor decir: “no me gusta ver tu cuarto tan desordenado, me pone muy triste”. Así estarás demostrando que lo que a ti te disgusta es el desorden del cuarto, no el niño.
·                                                              Sé honesto y sincero y no realices valoraciones contradictorias sobre él.
·                                                              Dedícale tiempo. Un niño con autoestima baja, necesita mucho más de ti.
·                                                          Comparte tu vida con él. Les gusta saber cosas de tu vida y si se las cuentas él también siente que forma parte de ella. Llévalo a los lugares en los que tú sueles estar. (trabajo, quioscos u otros lugares que frecuentes).
·         Pídeles (no exigir) consejo y ayuda, así se ganarán la confianza en sí mismos para resolver pequeñas responsabilidades y aumentarán el sentido de su valía personal.
·         Procura transmitir mensajes verbales y no verbales coherentes. Los niños también son muy sensibles al lenguaje gestual (distancia física, miradas, gestos, etc.)

La clave del éxito reside en una mejora en incremento de la comunicación entre padres e hijos.

Los niños que tiene un fuerte sentido de su propia valía crecen como individuos físicamente más sanos, más motivados para aprender y progresar, con mayor tolerancia a las frustraciones y mayor seguridad en sí mismo.


Por eso es importante que los padres desarrollen la autoestima de sus hijos.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Cuento de Navidad: La visita de las arañas

     Hoy es Nochebuena, no queríamos dejar pasar este día sin realizar una entrada muy especial. En esta ocasión, os presentamos un cuento titulado: La visita de las arañas. Esperamos que disfrutéis mucho con él.



     Ahora voy a contaros algo que le ocurrió a un árbol de Navidad hace mucho, muchísimo tiempo, tanto, tanto que ya se me ha olvidado cuánto.

     Era vigilia de Navidad, el día de Nochebuena ¿sabéis? El árbol estaba bien adornado con sus velas, sus bolas brillantes, sus naranjas alegres, sus manzanas rojas, sus nueces doradas y muchos, muchos juguetes. Era de verdad un árbol muy hermoso.

     Estaba solitario en el gran salón, con las puertas bien cerradas para que los niños no pudiesen verlo hasta la mañana del día de Navidad.





     Pero todas las personas mayores lo habían visto y lo encontraban maravilloso.

     El gatito también lo había visto con sus grandes ojos verdes; le había dado la vuelta mirándolo por todas partes.




     También lo había visto el perro guardián con sus ojos cariñosos.



     El canario amarillo lo había contemplado con sus ojillos negros antes de dormirse en un rincón de su jaula.




     Hasta los ratoncillos grises, a pesar del tremendo miedo que les daba del gato, se habían atrevido a echar un vistazo al árbol en un momento en que no había nadie.




     Pero no todos habían tenido tanta suerte; alguien no lo había visto. Eran...¡las arañas!

     Las arañas, como sabéis, viven en los rincones. En los rincones soleados de las buhardillas y en los oscuros rincones de los sótanos. Habían resuelto contemplar el magnífico árbol, igual que los demás de la casa.




     Pero desgraciadamente, justito antes de Navidad hubo un gran barullo de limpieza en toda la casa; las criadas lo habían recorrido todo, barriendo, fregando, sacudiendo, encerando, desde el sótano hasta la buhardilla. La escoba llegaba a todos los rincones -ris ras, ris ras- el plumero no dejaba una telaraña, zip zap, zip zap. Nadie podía parar en casa con tal batiburrillo. Por eso ellas no habían podido ver el árbol de Navidad.




     A las arañas les gusta mucho saber todo lo que pasa y ver todo lo que hay para ver; así es que estaban muy enfadadas. Al fin pensaron: "¿Y si se lo contáramos al Niño? Quizás Él lo arreglaría".

     Así, pues, se acercaron al Niño Jesús y le dijeron: "Querido Niño, todo el mundo en la casa ha visto el árbol de Navidad y mañana lo verán hasta los pequeños. Pero a nosotras no nos dejarán entrar y no lo podremos ver ni por asomo. Tú sabes bien que nosotras somos caseras, que no salimos nunca, que nos gustan las cosas bonitas..., pero ahora han hecho limpieza... ¡y nos han echado! No podremos ver el árbol; no lo podremos ver".

     El Niño se compadeció de las pobrecitas arañas y les dio permiso para que fuesen a comtemplar el árbol.




     Por la noche, cuando todos dormían, las dejó llegar al gran salón. Las arañas fueron bajando de la buhardilla quedito, quedito; quedito, quedito, fueron subiendo de los sótanos, con sumo cuidado se deslizaron por debajo de la puerta y se encontraron en el gran salón.

     Estaban todas: las mamás-arañas y los papás-arañas, las abuelas-arañas y los abuelos-arañas, hasta las arañas-bebés. Corrieron por el suelo con sus ocho patitas y llegaron al pie del árbol.


     Y entonces treparon quedito, quedito, de rama en rama, hasta llegar a lo más alto. ¡Trepaban y miraban! ¡Estaban tan contentas y encontraban el árbol tan bonito! Arriba, abajo, en la punta de las ramas, en el tronco, en las velas, en los juguetes, quedito, quedito pasaban...

     Estuvieron allí hasta que lo hubieron visto todo, todo; y entonces se volvieron al sótano tan contentas, tan contentas...




     Y como la Nochebuena estaba ya muy avanzada, el Niño Jesús bajó para bendecir el árbol y todas las cosas bonitas que lo adornaban. Pero cuando llegó allí ¿a que no adivináis lo que halló? ¡Telarañas!

     Por todas las partes donde las arañas habían pasado, habían dejado sus largos hilos de seda. ¡Y ya os he dicho que habían pasado por todas partes...!

     ¡Era una cosa muy rara ver toda aquella maraña de hilo gris cubriendo el árbol!

     ¿Qué haría el Niño? Él sabía que a las mamás no les gustan nada las telarañas. No, de ninguna manera. ¡Un árbol de Navidad cubierto de telarañas! ¡Imposible!




     El Niño Jesús pensó un momento. Luego tocó el árbol con su dedo y todas las telarañas empezaron a resplandecer como si fueran de oro. ¡Brillaban y rebrillaban entre las ramas; y los largos hilos dorados lo cubrían todo. ¡Qué maravilloso era!

     Desde entonces siempre se colocan hilos dorados en el árbol de Navidad.








 



































 ...Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Regalitos del corazón

Ayer escribimos en el cole la carta para los Reyes Magos. Pero no ha sido una carta cualquiera, sino una muy especial. La seño nos dijo que dibujáramos lo que queríamos que nos trajeran los Reyes, pero algunos no sabíamos hacerlo; aún tenemos sólo 3 añitos.

     Así que pensamos qué podíamos hacer. Estuvimos hablando de deseos, de las cosas que más nos gustaban y después de un ratito de charla, aparecieron cosas tan maravillosas como regalar besos, abrazos, caricias.... Todas esas cosas que salen de nuestro corazón.

     Nos encantaría regalar y que nos regalaran mucho de esto. Hicimos un trato: "Escribir una carta muy especial en la que pidiéramos regalitos del corazón". Cogimos la hoja que nos dio la          seño, la abrazamos cerca de nuestro pecho, deseamos con fuerza y ella nos echó pegamento para que la dobláramos rápido y no se escapara nada de dentro. Fue muy divertido.

     Después venía otra parte. Teníamos que escribir a quién iba dirigida nuestra carta. La seño empezó a hablar mucho y a decir cosas muy raras....

     -"A la atención de sus Majestades los Reyes de Oriente: Melchor, Gaspar....
     -¡Para, para seño, que nosotros no sabemos escribir todo eso!"

Entonces ¿qué hacemos? Se nos ocurrió una idea: Aún no sabemos escribir, pero ya dibujamos muy requetebién. Así que nos pusimos manos a la obra. Y ¡qué carta más bonita nos salió!







    
















  Hoy, por fin, ha llegado el esperado día. ¡¡¡Los Reyes vienen a visitarnos a nuestro cole!!!
Todos en fila y con nuestras cartas, listos para ir a recibirlos. ¡Qué nervios, ya estamos todos en el comedor del cole!





     ¡Ya están aquí! Con mucha ilusión les hemos dado nuestras cartas. Ojalá se cumplan nuestros deseos.



  
































   ¡Son mágicos de verdad! y nada más salir nos hemos encontrado con nuestro primer regalo.
Al llegar a clase, todas nuestras familias nos habían preparado una fiesta: ochíos, tortas, chuches, chocolatinas..... Todos estaban esperándonos para darnos todo su cariño. ¿Hay mejor regalo que ese?






















 ¡¡¡ Qué bonitos son todos los regalos del corazón !!! Creemos que este año con todo lo que hemos pedido, haremos muy muy felices a muchas personas.



FELICES FIESTAS Y QUE LOS REYES OS TRAIGAN MUCHOS REGALITOS. BESITOS.


lunes, 19 de diciembre de 2016

¡Ya es Navidad en el cole!

     Después de muchos preparativos, ya está todo listo.

     *Nuestra clase decorada: un precioso árbol, un portal de Belén, nuestras ventanas con adornos que hemos hecho nosotros.








     *Nuestros trabajitos listos para enseñárselos a nuestras familias.
















    















  *Nuestra tarjeta de felicitación también terminada.....











    ¿Qué nos queda? ¡Ah, sí! Deciros que este mensaje no es sólo para nuestros seres queridos, sino para todo el mundo. Por eso, queremos gritar muy muy alto....




¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ FELIZ  NAVIDAD!!!!!!!!!!